Espléndida la mañana de este lunes, lo que ayudó a que nuestro tradicional paseo navideño a Gorliz fuese un rato muy agradable.
Se rodó a ritmo tranquilo (dos grupos, je je) y, al final, después de varios intentos, la foto quedó bien.
Se echaron en falta los polvorones, pero el ciclismo es sufrimiento. A de pesar de ello, tampoco se vieron rastros de desnutrición en el pelotón.
Y tú, compañera, ¿qué tal vas? ¡Un beso de parte de todos!