Hace unas semanas ya que nuestros ojeadores, siempre varias ruedas por delante de los demás, nos indicaron que, después de alguna que otra victoria importante y de que algún equipo inglés hubiese empezado a hacerse un nombre, podía ser interesante adelantarnos al resto prestando una atención especial al ciclismo británico.

Y dicho y hecho. Por descabellada que sea una idea, en la Bilbaína siempre estamos abiertos a probar (bueno, siempre siempre, no, la verdad; pero a veces sí…)

Así que, atentos y vigilantes, nos llegó el rumor de que un ciclista inglés, del prestigioso club de los Tavistock Wheelers, iba a venir a Bilbao y que era un gran especialista en alguna disciplina estratégica, así que decidimos captar su atención, astutos como somos, desplegando en unos minutos esta fake-web que enseguida despertó su interés e, inocentemente, contactó con nosotros. Era el Plan K (de Kirk, nombre del campeón)

Una vez entre nosotros, nos gustó su complexión, alto y delgado. La edad, bueno, no es que fuese la de una joven promesa pero, claro, lo que buscábamos en él era su maestría, y eso siempre requiere experiencia.

Enseguida mantuve con él una serie de profundas charlas técnicas (sabéis bien que no me gusta alardear, así que no entraré en detalles), al final de las cuales pude concluir, y luego corroborar leyendo en Strava algunos cariñosos comentarios de sus compañeros de club, que su famosa especialidad era, y es, la de comer pasteles (cakes, en el original).

Bien, qué os voy a decir, no era lo que esperábamos. Vale que el amor por los pasteles es una estimable cualidad en cualquier persona y mucho más en un ciclista, pero basta mirar las hechuras de algunos de nuestros compañeros para darse cuenta de que algunos kilos de experiencia en ese terreno ya acumulamos, ya…

Un poco contrariados, sí, pero encajamos el golpe y, como además de astutos, somos acogedores y sabemos estar, le regalamos unos bollos de mantequilla de Martina Zuricalday y nos dedicamos, simplemente, a disfrutar de pedalear con un buen compañero, simpático y educado, que si sigue tu rueda, en lugar de esprintarte al final, lo que hace es darte las gracias (esperamos que algunos hayáis tomado nota).

Ya veis, siempre se aprende algo… Porque también nos hizo notar su extrañeza acerca de que, en las paradas, parecía que el único que comía un pintxo era él. Nos estamos echando a perder, ya os digo… Como podéis comprobar en la foto (Kirk es el que se ve que es inglés) tuvimos que compensarlo con unas cervezas y unas gildas al acabar la etapa.

Bueno, diréis, desde un punto de vista competitivo, parece que no os ha salido muy bien el Plan K…

Imaginación y recursos, ése podría ser nuestro segundo nombre. Porque, en paralelo, habíamos puesto en marcha el Plan I (de Igor).

Era un plan complementario y en sentido opuesto al K. Nos dijimos, en lugar de traer un inglés, vamos a infiltrar a un bilbaíno en su ciclismo.

Y dicho y hecho. Sabiendo que Igor (ocultamos deliberadamente su apellido porque se iba a notar que era de aquí) llevaba un tiempo residiendo en Inglaterra, nos propusimos conseguir su fichaje a cualquier precio.

Para los que no conozcáis como funcionan estas negociaciones, os diré que, en este caso, batimos un récord. Todo se hizo con sigilo y por medios telemáticos (Imaginación, recursos y tecnología, ¡ése!, ¡ése sí que podría ser nuestro segundo nombre!) y antes de que se cerrase el mercado de verano, ya lo teníamos en la Sociedad. Ya teníamos a nuestro campeón BilboBritish.

Menos mal que los ciclistas somos duros, y que en Bilbao, en su vertiente futbolera, tenemos nuestra historia con esta clase de fichajes… Porque cuando vimos su primer pedido de la nueva equipación, empezamos a sospechar que su puesta a punto nos iba a llevar más tiempo del inicialmente previsto. Resultó que Igor ¡había encargado una XL! Mira que siempre nos quejamos de que no hay nuevos socios XL, y va y resulta ser Igor…

En fin, cualquier otro club hubiese mandado a los ojeadores a subir a Santa Lucía y hubiese cesado a toda la directiva (estáis a tiempo, por cierto). Nosotros no, nosotros no desfallecemos. Imaginación, rec…. No, que ya os lo he dicho…

Seguro que, a estas alturas, no os sorprenderá saber que, tras los fracasados planes K e I, tenemos un Plan G (de Gethan) en marcha.

Este sí que es un plan a largo plazo, astuto y retorcido, propio de, ya que estamos en plan British, un Smiley en su mejor época.

Gethan es el hijo de Igor, joven e indetectable (a nada que su padre elimine unas cuantas vocales del apellido), que se criará allí, entre ellos, y que a poco que se entrene, podrá infiltrarse en el Sky (¡que ganas tenía yo de tener un topo en algún sitio!) y así, un día tampoco muy lejano, desde lo alto del pódium, no sé si en París o en Roubaix, Gethan se abrirá la cremallera de su maillot tapadera y dejará ver el que viste en la fotografía y dirá :”Yo es que siempre he sido de la Bilbaina…”

¿Recursos? Pocos. ¿Tecnología? Cuando no se cae… Pero ya veis que la falta de vatios estimula la Imaginación.

See you Kirk, Igor, Gethan & Others