Después de que la aguerrida grupeta que enviamos a los Pirineos acabase con las ovejas, en los Alpes no podíamos fallar. Apostamos fuerte y al Duathlon de Alpe d’Huez enviamos a lo mejorcito; enviamos nada menos que a Judith.
Sí, habíamos observado su progresión en los últimos meses cuando a la vez que nos mentía (Yo, admirado:»¡Jopé, Judith, cómo andas! Estás entrenando a tope, ¿no?» – Ella, impasible: «Bah, no,…, más o menos como siempre.» – Yo, idiota: «No sé, me parecía…») , la observaba alejarse monte arriba, cada vez más rápida, cada vez más lejos, sonriendo, sin una queja…
Luego me enteré de que, al acabar una de nuestras excursiones (y no una suave), había sido vista guardando la bici en el coche, calzándose unas zapatillas y poniéndose a correr y ya, astuto como soy, empecé a sospechar. Pero cuando me dijeron que alguno de nuestros gallos se estaba ofreciendo a ayudarla a entrenar y mejorar su punto de forma, estuve seguro: «Esta tía está que se sale«.
Porque nuestros gallos no se equivocan. Ya puedes tú dedicar el tiempo que sea a acompañar los primeros pasos de alguna recién llegada que en cuanto despunta, ¡zas!, allí están ellos para acompañarla al podium… Ya pasó con Susana y seguirá pasando con otras. (Releo este párrafo y observo que tal vez, entre líneas, se adivine cierto rencor. Sí, no hay duda… Si es que cuando quiero, lo bordo).
Así que, aunque a esa prueba acuden muchos profesionales, el éxito estaba asegurado:
Puesto 16 de 67 chicas. 6ª de su categoría (¡bien joven!) y 181 en la general, compitiendo contra atletas de Alemania, Francia, Inglaterra, Países Bajos, Portugal y … ¡Bilbao!
Tiempo oficial del duatlón 2:14:36 y de la subida a Alpe d’Huez 01:23:08
Antes de que comenzase a subir otros nuevos puertos, hemos podido contactar con ella a través de una línea telefónica de bajo coste y conseguido arrancarle («¿Pero cómo ha sido, Judith?«) unas pocas palabras:
«Ale! Ale! Ale! A las 4 de la tarde con un sol de justicia, una temperatura de 35 grados y un calor bastante más apropiado para tomar una cerveza en un chiringuito de playa que para hacer un duatlon suena la bocina y empieza la fiesta.
Primero carrera de 6,5 kms para entrar un poco más en calor. Fuerte subida, bajada, llaneo y a por la bici.
Empiezo a rodar con sensaciones horribles y ganas de retirarme peeeero la foto con el maillot de la sociedad en meta es una promesa, así que…al lío! A contar curvas de «atrás palante»; derecha, izquierda, derecha, izquierda, derecha… A falta de 6 kms pienso «ya solo me queda un Urkiola, asi que Ale! Ale! Ale! (Como animan aquí los franceses)».
Ya llegando a la t2 meto plato que voy sobrada y además soy de la bilbaína. (había una pequeña bajada antes de la transición… Pero eso que quede entre tú y yo). Cuelgo la bici (sólo por hoy, eh?), me cambio de zapatillas y Ale! Ale! Ale! Otra vez a correr. 2,5 kms antes de meta y de la foto prometida. Olé! Olé! Olé!»
Contado así, ¿a qué parece fácil?.. Debe de serlo, lo ha hecho sin entrenar… (jejeje).
Al hilo del éxito de Judith he mirado atrás, a los últimos dos años de la Sociedad, y creo que hay dos factores que son los que más han contribuido a que ésta sea algo diferente: las nuevas incorporaciones, cada vez más jóvenes y cañeras, y las chicas, cada vez más, cada vez más presentes, cada vez mejores.
Echad cuentas: Antes de 2017 estaban Amaia, Izaskun, Mª Jesús, Judith y MariMar (y la añorada Marta, en la distancia americana) . En 2017, se sumaron Susana, Viki, Gemma, Angélica, Goiuri, Alicia, Leire y Claudia. Y en lo que va de 2018, Vero, Oli, Rakel, Rosa e Itzi. Y eso por no hablar de otras amigas que de vez en cuando pedalean con nosotros: Ziortza Villa, Ainara, Ainhoa, Bego G, Bego R, Eneritz, Gabriela, Inés, Ione, Katta, Mónica, Olga…
El resultado es muy visible, no sólo por el número (que por cierto, eso de una única categoría de mujeres en nuestros campeonatos se nos ha quedado definitivamente pequeño) , sino porque se hacen notar, participan y mejoran el conjunto. Ahora, incluso cuando en una etapa complicada nos partimos en varios grupos de diferentes ritmos, en todos hay una o varias chicas. ¿No os parece estupendo?
Ya me gustaría, compañeras, conocer vuestra impresión pero a mis ojos, masculinos, todo este proceso ha sido bastante natural, bastante satisfactorio.
Siempre hay cosas, claro. Hay un par de ellas que a mi me llaman la atención. Una, creo que poco importante, es ver cómo muchos de nosotros, los tíos, nos picamos especialmente cuando una chica nos adelanta. Nadie lo admite, pero a mi me parece notarlo (en otros, claro). Si es así, espero que vosotras también lo disfrutéis especialmente, jeje.
Otra me parece peor. Tras un estudio científico he podido comprobar que doce de cada diez tíos que coinciden pedaleando con una tía, le dan (¿le damos?) un consejo acerca del desarrollo, el material, la ropa, el ritmo, la postura, lo que sea… Y no hay duda de que sólo es a vosotras. En mi primer año en la sociedad sólo escuché un comentario irónico («Vaya, has lavado la bici, ahora se le ve la marca») y otro mucho más constructivo («Joder, Juan, ¿todavía no has metido la cámara?»)
Compañeros, moderémonos! Por lo menos hasta que Garmin saque un botón para bloquearnos a voluntad.
Y por otro lado, compañeras, a la vista de lo participativas y activas que sois, me gustaría pediros que, en función de vuestra disponibilidad y ganas, os animaseis a proponer, liderar, impulsar cualquier iniciativa que os parezca interesante para la sociedad, para todos nosotros. Sea una nueva o una ya existente, en cualquier ámbito (marchas, excursiones, comunicación, lo que sea), en cualquier momento… Sería bueno sumar manos y cabezas a las que ahora trabajan o pegar un codazo, si es necesario, para que algunos nos apartásemos. Dicho queda.
Judith, perdona, que te he dejado en el podium y me he puesto a dar vueltas. Ya sabes, en cuanto me distraigo me voy a la cuneta. Nada, ya nos contarás los detalles cuando vuelvas por aquí.
¡Bravo, Judith!
¡Bravo, compañeras!
la SCB no podria subvencionar cambios de genero?