¿Alguna vez nos daremos cuenta?
Echad la vista atrás, un año sólo, y decidme cuántos accidentes recordáis dentro de nuestra grupeta…
Pues sí, nadie se ha matado, pero casi… Dos recuperaciones laaaargaaas y dolorosas, media docena de sustos con secuelas menores, no sé cuántas magulladuras en casos más afortunados… ¿Veinte? ¿Más?…
Incluso aunque todo se quede ahí, la factura que pagamos es demasiado alta. No importa si es la mala suerte, si son despistes o imprudencias nuestras o si lo son de los vehículos que nos rodean. ¡Qué mas da! Al final, la cuenta corre de nuestro lado.
Así que, ¿cuándo modificaremos de verdad nuestro comportamiento?
Share This Story, Choose Your Platform!
Lo que me ocurrió a mi fue un «accidente» en el sentido estrictamente literal de la palabra: mi rueda delantera roza la trasera de mi acompañante y yo me desequilibro y desvío a la vía contraria, con la mala fortuna de que justo viene un coche de frente y me atropella, casi mortalmente. Lo podría haber evitado si no me hubiera subido a la bici aquella mañana, claro. Y lo evitaría en un futuro no volviendo a andar en bici jamás. Sin embargo, volveré a hacerlo. Lo que me da vale la pena.
Animo Angélica y me alegro quieras volver a andar en bici. Ojalá sea pronto y estaremos encantados de contar con tu compañía.
A los demás, aún nos queda mucho que aprender de cómo debemos circular, la carretera no es nuestra y somos la parte débil en caso de accidente. Hoy mismo he ido un rato a cola del pelotón y la imagen era deplorable: triple fila y dueños de la carretera….hemos avisado para que se pusiesen de dos en dos , lo han hecho, pero al rato se nos había olvidado.
Nuestros objetivos deben ser dos : accidentes CERO y ser un ejemplo de cómo se debe circular.